lunes, 29 de abril de 2013

Esa estrellita

Con la nariz fría y la cabeza apoyada en el cristal de la ventanilla del coche me quedo mirando el oscuro y negro cielo, las estrellas están ahí arriba, congeladas o no se sabe como, pequeñas, grandes, gorditas, pero esa estrella, la que más brilla llama mi atención, y de repente se me cierran los ojos y su cara, su voz, todos sus recuerdos vienen a mi cabeza, de golpe, sin avisar y me hacen sonreír a la vez que trago saliva para soltar y hacer desaparecer ese nudo en mi garganta. 
Yo se que está conmigo, aunque lejos le oigo respirar, al cerra los ojos intento, aunque en balde, tocar de nuevo las puntas de sus dedos, agarrar su mano una vez más, notar su calor, ese apretón que te levanta del agujero más profundo, escuchar como me dice que esto sigue, que camine hacia delante, que lo estoy haciendo bien, que él va a estar aquí, conmigo, siempre, para siempre.