Cuando apago la luz de mi habitación no apago con ella mi sonrisa, agarro con fuerza la almohada y me atrevo a pensar en ti y es entonces cuando todo en mi se acelera de tal forma que noto la velocidad con la que por desgracia pasó todo, pero abro los ojos y respiro tranquila por que se que no fue un sueño aunque a mí me lo pareciera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario